¿Hay algún efecto secundario negativo conocido por el uso del sistema de arranque doble Windows 10 y Linux que no sea para Windows 7?

No, no me he encontrado con tal cosa. He tenido las botas dobles funcionando desde WinNT4 (hasta W10, solo las versiones que no he usado eran WinME y Vista), y no hay problemas como “efectos secundarios”. He encontrado problemas durante el proceso de instalación; dependiendo del orden de instalación, el sistema operativo primero puede sobreescribir el gestor de arranque del otro, pero todos son reparables (problema una vez apagado, solución única).

El único “efecto secundario” perpetuo que puedo afirmar es que el espacio utilizable en su (s) disco (s) es más pequeño. Pero eso es de esperar: si usa más, le queda menos. Tipo de auto evidente.