Las alucinaciones tienen que ver con los estímulos. Los delirios están relacionados con las ideas.
Para ser específicos, los delirios son ideas erróneamente mantenidas a pesar de la evidencia de lo contrario, por ejemplo, una persona que dice y cree: “Yo soy Dios”.
Una alucinación es una percepción anormal que puede ser visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa que no se desencadena por un estímulo externo. Por ejemplo, “ver” a una persona que no está allí o probar una sustancia sin que se la coloque en la lengua.
Sí, tanto las alucinaciones como los delirios pueden ocurrir en personas con enfermedad grave. No solo del corazón Las causas son multifactoriales