Creo que su premisa es incorrecta, es decir, que una infusión de anticuerpos policlonales es más conveniente que tomar profilaxis previa a la exposición (PrEP).
Truvada es en la actualidad el único medicamento recomendado para la PrEP y es una terapia combinada compuesta por los medicamentos tenofovir y emtricitabina. Estos agentes son fármacos comparativamente simples de moléculas pequeñas que, de manera crucial, tienen biodisponibilidad oral. Estas propiedades las hacen más fáciles de producir, almacenar, distribuir y administrar: la autoadministración es tan simple como tragar la píldora.
Por el contrario, el profiláctico de anticuerpos policlonales mencionado anteriormente traería consigo todas las complejidades de los medicamentos biofarmacéuticos, lo que significa una fabricación, almacenamiento y distribución extremadamente costosos. La producción de un anticuerpo monoclonal no es ninguna hazaña en el mejor de los casos * y me imagino que la combinación de varias de estas moléculas biológicas solo aumentaría las normas aplicadas por las agencias reguladoras al proceso de fabricación de la terapia. Además, la administración a través de la infusión IV requeriría instalaciones y personal que, por básicos que sean, cuestan dinero también. Teniendo en cuenta el costo y la infraestructura necesarios para ofrecer este profiláctico, sería poco práctico en los países occidentales más ricos, y mucho menos en las regiones terriblemente empobrecidas del mundo donde el VIH / SIDA es más prevalente.
* Vea la respuesta perspicaz de Christopher vanLang a la siguiente pregunta: ¿Cuál es una breve descripción del proceso de producción en masa de medicamentos farmacéuticos?
