Un ginecólogo debe ser capaz de diagnosticar la menopausia o la perimenopausia si conoce la edad del paciente, tiene información sobre los patrones menstruales del paciente y recibe comentarios de ella sobre los síntomas.
Además de un análisis de sangre que puede medir los niveles de FSH (hormona estimulante del folículo), no existe una prueba definitiva para el diagnóstico menopáusico o perimenopáusico. Los niveles de FSH en sangre aumentan cuando una mujer atraviesa la menopausia. Sin embargo, dado que los niveles de FSH tienden a fluctuar mucho durante la menopausia y la perimenopausia, la prueba no es muy útil para el diagnóstico.
En determinadas circunstancias, un médico puede solicitar un análisis de sangre para determinar el nivel de estradiol (estrógeno). Dado que el hipotiroidismo (tiroides secundaria) puede causar síntomas similares a la menopausia, es aconsejable realizar un análisis de sangre para determinar el nivel de la hormona estimulante de la tiroides.