El consumo excesivo de vitamina A durante el embarazo se ha relacionado con varios defectos congénitos graves, incluidas las malformaciones de la cabeza, el corazón, el cerebro y la médula espinal. Los bebés de mujeres que consumieron diariamente más de 10,000 unidades internacionales de vitamina A, casi cuatro veces la cantidad recomendada, tenían más probabilidades de nacer con estos defectos de nacimiento. Los bebés expuestos a 20,000 unidades internacionales durante los primeros tres meses de gestación tenían cuatro veces más probabilidades de nacer con defectos que incluían labio leporino, paladar hendido, hidrocefalia y malformaciones cardíacas importantes.
Sin embargo, es muy importante distinguir entre la vitamina A (ya sea a partir de suplementos o alimentos de origen animal) y el betacaroteno. La vitamina A preformada ha demostrado ser problemática para las mujeres embarazadas y sus bebés. Sin embargo, no ha habido tales hallazgos de riesgos de defectos congénitos cuando las mujeres toman suplementos de betacaroteno o comen frutas y verduras con alto contenido de betacaroteno (como zanahorias y batatas). Esto se debe a que el betacaroteno es simplemente un compuesto pro-vitamina A. El cuerpo convierte el betacaroteno en vitamina A en cantidades que no exceden los niveles seguros. El exceso de ingesta de betacaroteno se asocia simplemente con un color amarillento de la piel, que disminuirá cuando se reduzca la ingesta de tales frutas y verduras.
Puede leer más sobre el estudio aquí: El estudio relaciona el exceso de vitamina A y los defectos de nacimiento.
