Los edulcorantes honestamente artificiales están muy regulados por el gobierno y, siempre que no los ponga en su boca todo el tiempo, estará bien.
La forma en que funciona el edulcorante artificial es químicamente capaz de unirse al sensor dulce en nuestra lengua, lo que hace que nuestro cerebro crea que sabe dulce. Los edulcorantes artificiales aprobados comercialmente no se digieren en nuestro intestino delgado y es por eso que no contiene calorías. Tampoco se descompone en glucosa, por lo que no tiene que preocuparse por el aumento de azúcar en la sangre. Con moderación y combinado con una dieta balanceada, deberías estar bien.
Si desea obtener más información sobre cómo los edulcorantes artificiales funcionan científicamente y sus pros y sus contras en lo que respecta a la pérdida de peso y la salud, puede consultar mi video detallado aquí:
Espero que esto ayude 🙂