Una sobredosis de neurotransmisor puede provocar la muerte de la persona.
En realidad, los neurotransmisores son las sustancias que actúan sobre la membrana postsináptica. Pueden ser excitatorios o inhibitorios. Ahora veríamos qué sucede en ambos casos:
(i) Si el neurotransmisor resulta ser excitatorio, provocará la excitación de la membrana postsináptica causando la contracción de los músculos. Ahora, si se administra con una sobredosis, conservará los músculos excitantes que proporciona esa membrana postsináptica y, si esos músculos son respiratorios, provocarán espasmos y la respiración dejará de producir la muerte.
(ii) Si el neurotransmisor es inhibitorio, provocará la inhibición de la membrana postsináptica. Y en caso de sobredosis, provocará la inhibición de los músculos y, por lo tanto, la muerte se producirá si los músculos suministrados por esa membrana son respiratorios.
La naturaleza nos ha proporcionado enzimas que regulan la cantidad de neurotransmisores que actúan sobre la membrana.