La enfermedad degenerativa del disco se refiere a los cambios que ocurren en los discos espinales como parte del proceso natural de envejecimiento del cuerpo. Los discos espinales separan las vértebras, los huesos interconectados de los que está compuesta la columna vertebral. Si bien la enfermedad degenerativa del disco puede ocurrir en cualquier lugar dentro de la columna vertebral, con mayor frecuencia afecta las áreas del cuello (cervical) y la zona lumbar (lumbar).
Además de la edad, la enfermedad degenerativa del disco puede ocurrir como resultado de pequeñas lágrimas en un disco. Estas pequeñas lágrimas conducen a la liberación del núcleo, un material parecido a la gelatina que se encuentra en el disco, que puede causar que el disco se protruya o se rompa. La enfermedad degenerativa del disco también puede provenir de un disco herniado. Al igual que con muchas afecciones, quienes fuman o son obesos corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedad degenerativa del disco.
Los síntomas de la enfermedad degenerativa del disco varían. Dependiendo de la ubicación del disco degenerado, las personas pueden experimentar dolor en el cuello, la espalda, el brazo, la pierna o las nalgas. En algunos casos, no se experimenta dolor, lo que causa que la condición permanezca desapercibida. Es importante consultar a un médico si experimenta dolor persistente en cualquiera de las áreas mencionadas anteriormente.
La enfermedad degenerativa del disco a menudo se puede tratar con analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, y aplicando hielo o calor en el área afectada. Es posible que no se necesiten tratamientos más agresivos a menos que se hayan desarrollado afecciones adicionales, como la osteoartritis, como resultado del disco degenerado. Tales casos pueden requerir fisioterapia o cirugía para eliminar el disco degenerado. Su médico desarrollará un plan de tratamiento personalizado para su condición individual.
