La información de la Universidad de California Irvine indica que la metanfetamina es tóxica para los vasos sanguíneos grandes, lo que produce desgarros carotídeos y derrames cerebrales. Los aneurismas mortales (rupturas en las arterias) han causado la muerte súbita en usuarios de metanfetamina.
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La constricción de los vasos sanguíneos puede cortar la circulación a las extremidades y la piel. La metanfetamina también puede aumentar la probabilidad de desarrollar coágulos de sangre. Estos dos efectos juntos pueden resultar en gangrena y amputaciones.
Riñones: hay otra forma en que el abuso de metanfetamina mata a los riñones y es a través de la hipertermia, el aumento anormal de la temperatura corporal. El uso de cualquier droga estimulante tiende a aumentar la temperatura corporal, no solo la metanfetamina, sino también la cocaína, el éxtasis y el grupo de drogas conocidas como sales de baño.
Un consumidor de drogas que destruye un hígado o riñones y luego necesita un trasplante es probable que se elimine de una lista de espera de trasplante si se detecta un mayor consumo de drogas.
