La poliomielitis es la enfermedad causada por uno de los tres subtipos diferentes de poliovirus. Estos virus causan dos formas generales de la enfermedad, una menor (llamada poliomielitis abortiva) y otra mayor que involucra al sistema nervioso central (SNC).
En la mayoría de las personas sanas, una infección es asintomática, lo que significa que no hay signos o síntomas: sin una prueba, ni siquiera sabrías que tienes polio. En casos muy raros, una infección que no es del SNC causa síntomas menores, en su mayoría similares a la influenza.
En aproximadamente el 1% de las infecciones, el virus ingresa al sistema nervioso central. Los síntomas aquí son dolores de cabeza, dolor en el cuello, la espalda, el abdomen y las extremidades, fiebre alta, vómitos e irritabilidad. En aproximadamente 10-50% de las infecciones del sistema nervioso central, los pacientes progresan a la enfermedad paralítica, donde el músculo se debilita y, finalmente, se paraliza por completo.
Debido a las vacunas, la poliomielitis prácticamente se ha extinguido en la mayoría de los países desarrollados. Hay un puñado de casos en el África subsahariana, Pakistán y posiblemente uno o dos casos en los últimos años en la India. Mientras vacunamos agresivamente, como lo hemos hecho en los últimos 60 años, la polio podría extinguirse.
Probablemente no tenga que preocuparse por la enfermedad, a menos que haya estado en países con polio endémica.
