El mayor problema es que los nanobots podrían romper cualquier coágulo. No hay diferencia entre coágulos útiles y nocivos.
Ya tenemos medicamentos que previenen los coágulos y eliminan la posibilidad de accidentes cerebrovasculares. El efecto secundario es la hemofilia, sangrado de heridas que no se coagulan, peligro de hematomas.
¿Por qué necesitamos nanobots para eso?