El alcohol (etanol) altera el nivel de los neurotransmisores inhibidores, es decir, disminuye las actividades eléctricas del cerebro. En términos simples, las funciones cerebrales que nos ayudan a coordinar están inhibidas. Al mismo tiempo, el alcohol eleva los niveles de dopamina en el cerebro, lo que le da la sensación de entusiasmo y satisfacción de consumir más. Lo que prepara al cerebro para buscar placer sin considerar las consecuencias.
El alcohol reduce la temperatura corporal y la respiración que da como resultado apagones y lapsus de memoria a corto plazo.
Dijo que, uno debe entender que el alcohol no afecta al cerebro directamente, sino por su efecto sobre el hígado y otros órganos. El consumo regular de alcohol conduce a una deficiencia de tiamina (B12) que da como resultado un juicio deficiente en el comportamiento. El consumo de alcohol afecta a la corteza prefrontal, que es responsable de la toma de decisiones, lo que resulta en un comportamiento impulsivo.
Gracias por preguntarle a Anon.