¿Cuáles son los síntomas de la aracnoiditis? ¿Cómo puedo tratarlos?

La inflamación de la aracnoides puede provocar muchos síntomas dolorosos y debilitantes. El dolor crónico es común, incluida la neuralgia. Entumecimiento y hormigueo de las extremidades es frecuente en pacientes debido a la participación de la médula espinal. El funcionamiento intestinal, vesical y sexual puede verse afectado si se afecta la parte inferior de la médula espinal. Si bien la aracnoiditis no tiene un patrón constante de síntomas, con frecuencia afecta los nervios que irrigan las piernas y la región lumbar. Muchos pacientes se sienten incapaces de sentarse durante largos (o incluso cortos) períodos de tiempo, a menudo debido a un dolor intenso, así como a síntomas neurológicos eferentes, como dificultades para controlar las extremidades. Esto es particularmente problemático para los pacientes que tienen problemas para pararse o caminar durante largos períodos de tiempo, ya que las sillas de ruedas no los ayudan. Algunos pacientes se benefician de invenciones relativamente nuevas, como el Segway o alternativas menos costosas. Las sillas de ruedas de pie también están disponibles, aunque a menudo son caros y limitados en comparación con estas alternativas. Sin embargo, se debe considerar la resistencia a la resistencia y la tolerancia a la vibración antes de seleccionar un dispositivo de asistencia motorizada.
Es fundamental que los pacientes se den cuenta de que los síntomas de aracnoiditis varían mucho, y no todos los que sufren experimentan todos los síntomas. En consecuencia, aunque el cambio es significativo, el resultado, especialmente con terapia física, psicoterapia apropiada y medicación, puede ser mejor de lo que muchos pacientes temen cuando escuchan el diagnóstico por primera vez.

Tratamiento:

La aracnoiditis es difícil de tratar. El tratamiento se limita al alivio del dolor y otros síntomas. La intervención quirúrgica generalmente tiene un resultado pobre y solo proporciona un alivio temporal. Las inyecciones de esteroides, administradas ya sea por vía intratecal o epidural, se han relacionado como una causa de la enfermedad, por lo tanto, generalmente se desaconsejan como tratamiento e incluso pueden empeorar la afección. Los médicos tienen diferentes puntos de vista sobre esta enfermedad, por lo que buscar una segunda opinión puede ser acertado.