Respuesta corta:
Nada. Porque cada organismo tiene diferente número de cromosomas. Esta situación interfiere con la división celular y mata a la célula fertilizada.
Respuesta más larga:
En la fertilización de chimpancé, el esperma lleva 24 cromosomas y el huevo contiene 24. En el huevo de chimpancé fertilizado, el número total de cromosomas es 48 (incluidos dos cromosomas sexuales).
Sin embargo, el esperma humano contiene 23 cromosomas. Cuando se combina con el huevo de chimpancé, el número total de cromosomas se convierte en 47.
En la primera división de esa célula híbrida, la célula misma duplica cada cromosoma y el número se convierte en 94 por un corto tiempo. La célula comienza a preparar la división por la mitad. Y las proteínas especiales (llamadas microtúbulos) buscan cromosomas duplicados para atraer a cada una de las células daugter.
– Imagen: los cromosomas son atraídos hacia los polos de la célula en división.
Estas proteínas buscan precisamente 24 cromosomas. Si hay cromosomas extra o faltantes, detienen el proceso de división. Este “control de número de cromosomas” en las células se denomina punto de control del huso.
En nuestra célula híbrida, faltan cromosomas debido a que los humanos tienen menos cromosomas. Debido a que los microtúbulos no pueden encontrar el cromosoma que falta, detienen la división y ordenan la apoptosis (suicidio celular).
La muerte celular es un tipo de alerta que dice:
¡DIOS MIO! ¡Algo está mal! Está tan mal que no podemos repararlo. Para proteger otras células y organismos en general, ¡deberíamos morir! ¡Inicia la autodestrucción!
Finalmente, la célula muere. Con todo, el híbrido chimp-humano no puede vivir debido a la diferencia en el número de cromosomas.
Lo más probable es que, incluso si se puede duplicar, su metabolismo celular se mezclará y confundirá con diferentes órdenes entrantes del código genético humano y del chimpancé.