El flúor no aumenta el crecimiento del esmalte, pero sí, hace que sus dientes sean más resistentes a caries, ya que agranda los cristales de hydoxyapatita y forma cristales de fluorapatita, dificulta que las bacterias y sus productos lleguen a la pulpa.
Pero tiene su uso productivo solo por algún tiempo con cierta concentración, el exceso es causa de decoloración y debilitamiento de los dientes, lo que se conoce como fluorosis dental.