La biopsia es el único estándar de oro para el HCC hasta el momento. En caso de liverte graso, el diagnóstico basado en ultrasonido de hígado graso puede ser fácil, pero puede existir acumulación de grasa con patrones estructurales inusuales que pueden simular afecciones neoplásicas, inflamatorias o vasculares. Por lo tanto, también debe correlacionarse clínicamente con los síntomas y la historia del paciente, de lo contrario, un hallazgo puede ser informado como un hallazgo no confirmatorio que necesita un diagnóstico posterior.
A la inversa, también se puede observar que algunos quistes hepáticos que pertenecen a la subclase de lesiones focales hepáticas pueden detectarse incidentalmente durante un seguimiento estándar e incluso pueden modificarse en la TC.
En estas ocasiones, la apariencia del hígado con imágenes puede causar confusión diagnóstica y conducir a pruebas de diagnóstico y procedimientos invasivos innecesarios. Para evitar tales errores, los radiólogos deben estar al tanto de las muchas manifestaciones de imágenes del hígado graso. Una mano experta cuando detecta cirrosis en Ultra Sound busca una superficie irregular y nodular, una ecotextura gruesa, bordes romos, una relación disminuida del lóbulo liso-lóbulo caudado y evidencia indirecta de hipertensión portal. También se ha demostrado que la nodularidad superficial es la característica de ultrasonido más común en la detección de cirrosis.