Los tonsilolitos son, en general, pequeñas piedras que se forman en las pequeñas indentaciones y pliegues de las amígdalas. Las amígdalas están ubicadas en la parte posterior de la garganta, con una en cada lado.
Las amígdalas son parte de la red de lucha contra infecciones del cuerpo. Sin embargo, muchas veces las amígdalas se inflaman e infectan repetidamente, causando más daños que beneficios. Cuando esto ocurre, un especialista en otorrinolaringología puede extraer las amígdalas.
Los tonsilolitos solo pueden ocurrir en personas que aún tienen sus amígdalas. Pero no todas las personas con amígdalas obtienen estas pequeñas piedras. Las piedras son el resultado de alimentos, moco y otros desechos que se acumulan en las criptas o pliegues de las amígdalas y luego se calcifican.
Los tonsilolitos pueden no causar ningún síntoma. Algunas personas, sin embargo, tienen dolor de garganta, mal aliento o dificultad para tragar debido a las piedras. Si las piedras son pequeñas y accesibles, muchas personas eligen quitárselas solas con un bastoncillo o una espátula. Si la piedra se vuelve muy grande, un especialista otorrinolaringólogo puede necesitar quitarla, usando un anestésico local para evitar una incomodidad excesiva.
Ninguno de estos procedimientos evitará que las piedras regresen. La única forma de garantizar que los tonsilolitos no vuelvan a aparecer es con la amigdalectomía.
La amigdalectomía se realiza bajo anestesia general. Debido a que es un procedimiento quirúrgico, pueden ocurrir complicaciones, como dolor de garganta, hemorragia, infección e incluso la muerte (aunque es raro). El procedimiento es común y generalmente tiene pocas complicaciones, aunque no hay garantía.
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Si los tonsilolitos le causan vergüenza social, episodios frecuentes de amigdalitis o dolor, hable con su proveedor médico y solicite la derivación a un especialista otorrinolaringólogo para una evaluación adicional y una posible amigdalectomía.
