Dado que la tuberculosis se transmite por las gotas de la tos, es posible que la atrape si inhala las que provienen de un paciente.
En general, el paciente se vuelve un 90% menos infectivo después del tratamiento de una semana, pero para estar del lado más seguro, siempre se recomienda protegerse de un caso infeccioso durante el período inicial de la terapia.