¡Sí!
Esto se debe a que la miel tiene un contenido de azúcar tan alto, en proporción a su contenido de agua, lo que significa que es imposible que las bacterias sobrevivan en condiciones en las que hay tan poca agua.
Además, la miel es bastante ácida (un pH de alrededor de 3-4.5), lo que hace imposible que cualquier bacteria, etc. … viva allí 🙂