Eso es porque “drogas” es una definición arbitraria de categorización impuesta sobre lo que es un conjunto infinito de circunstancias.
Es por eso que no se puede ganar una guerra contra las drogas y es por eso que a veces una cosa es una droga y a veces lo mismo es medicina y, a veces, si tienes suerte, esa misma cosa también está a la venta y se vende directamente a los niños.
En los proyectos, la drogadicción es un problema moral, pero en los suburbios la drogadicción es un problema de salud pública.
