Sí, de hecho si no te consideras afortunado.
El cuerpo crea hormonas para relajar los ligamentos y los tendones para preparar el canal de parto para el feto, e inevitablemente, la parte posterior y el alfiler de la cadera son un efecto secundario común.
Lo sentimos, pero una vez que se termina la entrega, simplemente no importa.
Lo asombroso es que una vez que recibes tu epidural, todo ese dolor desaparece … al menos temporalmente.