Los doctores sopesan a los pacientes que se alejan de la escala para que el paciente no tenga que enfrentarse al número. Luego escriben ese número y no le dicen al paciente.
El peso es un tema delicado para muchas personas. Muchas personas combaten los trastornos de la alimentación, la ansiedad, la depresión, etc. Ver la diferencia entre “110” y “112” puede ser suficiente para desencadenar un episodio anoréxico, un atracón bulímico, un ataque de pánico o una depresión paralizante.
Entonces, están haciendo al paciente un servicio de salud mental. Si el paciente quiere saber, pueden darse la vuelta o preguntar al médico después.