¿Por qué desensibilizamos a los pacientes para la penicilina en el tratamiento de la sífilis en lugar de simplemente darles otro?

Vea la respuesta de Steven Gaudry.

Pero la razón es que la sífilis es una espiroqueta muy estúpida (una bacteria en forma de espiral similar a un gusano) llamada Treponema pallidum. Desde que se desarrolló la penicilina, es la mejor droga para la sífilis.

A diferencia de la gonorrea, causada por una bacteria muy inteligente que cambia su resistencia a las drogas con mucha frecuencia, al igual que muchas bacterias. La resistencia bacteriana es cada vez más común, y la razón principal por la que necesitamos seguir desarrollando diferentes antibióticos.

La espiroqueta que causa la sífilis no ha aprendido acerca de este fenómeno de resistencia y sigue siendo muy susceptible a la penicilina. La sífilis es una de las pocas cosas por las que la penicilina sigue siendo efectiva.

Porque en medicina quieres matar al agente causante con el cañón más grande que hayas conseguido, no a un pelotero que lo mordisquea. Como resultado, cualquier persona que haya tenido una sensibilidad documentada conocida a una administración previa de cualquier antibiótico relacionado con penicilina necesitará este paso necesario.

Se admiten (por lo general, una estadía de 23 horas, que no se cuenta como día de hospital) para una dosis incremental de penicilina de pequeña a mayor cada 4 horas aproximadamente. Esto es para evitar cualquier reacción de choque anafiláctico. Al final de las 12 h generalmente se determina si la persona puede o no tolerar la dosis terapéutica completa o no. Si se proporcionan, se siguen observando de cerca durante un período adicional de horas como medida de seguridad.