A veces, no se puede encontrar una causa, esto se conoce comúnmente como convulsión idiopática. Si su veterinario no detectó ningún problema con su gato, tal vez se trate de un ataque idiopático. Pero debe ponerse en contacto con un veterinario homeópata para verificar otras causas de convulsiones, como:
- Plantas venenosas comidas por el gato
- Niveles anormales de sodio o glucosa en la sangre
- Mal funcionamiento hepático o renal (no falla)
- Presión sanguínea muy alta