Tus padres son en última instancia responsables de ti.
Si eligen dispensarle sus medicamentos, tienen todo el derecho de hacerlo.
Y no tienes motivo para cuestionarlo.
Es hora de que se haga un autoexamen y se pregunte por qué sus padres sienten la necesidad de controlar sus medicamentos. Se honesto contigo mismo y tendrás la respuesta rápidamente.