¿En qué circunstancias un ciudadano estadounidense adulto puede ser involuntariamente ingresado en un centro de salud mental?

El estándar legal es que debes representar una amenaza para los demás o para ti. Un oficial de policía o un médico puede ordenar un compromiso de emergencia por unos días, momento en el que tiene derecho a una audiencia frente a un juez. El juez puede ordenar que sea retenido por un mes o dos adicionales. Para los compromisos a largo plazo, generalmente existe el requisito de que haya una audiencia cada varios meses.

Es poco probable que esto ayude a detener la violencia armada. En primer lugar, las personas con problemas de salud mental rara vez son un peligro para los extraños, y la mayoría de las personas que son víctimas de un homicidio son víctimas de personas que no padecen enfermedades mentales. El otro problema es que los hospitales psiquiátricos son caros y, a veces, están superpoblados, por lo que existe un gran interés financiero en garantizar que las personas sean liberadas lo más rápido posible. Finalmente, es difícil probar que alguien es peligroso a menos que haya hecho algo malo.

A los hospitales mentales tampoco les gusta aceptar personas que son peligrosas para otras personas. Son hospitales y no cárceles, y no están configurados para manejar un gran número de personas que son un peligro para otras personas. La mayoría de las personas que ingresan a un hospital psiquiátrico lo hacen voluntariamente para buscar ayuda médica, y la mayoría de las personas que ingresan involuntariamente ingresan porque son peligrosas para ellos mismos (ya sea porque han intentado suicidarse o no pueden cuidarse a sí mismos).

Las leyes sobre esto varían mucho de estado a estado, incluso de condado a condado, pero la pauta general es que alguien razonablemente debe suponer un peligro inminente de gran daño corporal a sí mismo o a los demás. Esta amenaza debe ser más que un comentario o una declaración, en general, y las reglas / leyes en esta área generalmente requieren que haya un plan o progreso material para desarrollar o ejecutar un plan.

De hecho, ya tenemos leyes en los libros en este sentido, pero nosotros, como sociedad, generalmente somos reacios a aplicarlas, y solo lo hacemos en los casos más extremos y obvios. Obligar a alguien a un tratamiento contra su voluntad no es algo que deba tomarse a la ligera.