Podría ser un caso muy leve de quemaduras por afeitado, un grano muy extrañamente localizado, una reacción alérgica a algo que pones en esa área, o una infección de transmisión sexual.
Pero, sobre todo, esa podría ser una buena razón para reservar una cita médica. Haz que un profesional revise este problema y, posiblemente, lo pruebe.