La testosterona es una hormona esteroide ampliamente conocida como la principal hormona sexual masculina. Se sintetiza en los testículos por las células de Leydig en respuesta a la hormona luteinizante de la hipófisis. La testosterona es un esteroide anabólico muy potente, lo que significa que promueve la síntesis de proteínas y la proliferación celular. Esto significa que, en algunos casos, una testosterona muy alta puede ser una causa de tumor.
En los testículos, la testosterona estimula las células de Sertoli para producir factores que ayudarán a la maduración de las células germinales. En caso de estimulación prolongada, puede haber riesgo de seminomas y carcinomas in situ.
El alto nivel de testosterona en sí mismo puede ser un signo de tumor, en el caso de un tumor de células de Leydig. En general, son benignos, pero aquellos que no lo hacen tienden a no responder bien a las terapias habituales.
