En general, hay dos formas en que alguien se entera de una alergia. 1. Acuden a un alergólogo y reciben pruebas de sangre y piel (RAST) o 2. Tienen una reacción alérgica, en cuyo caso acuden a un alergólogo para que se someta a pruebas de sangre y de la piel.
Es importante saber que las pruebas de sangre y piel (siempre aconsejo hacer ambas cosas, por cierto) tienen MUCHOS positivos falsos y algunos (aunque son muchos menos) falsos negativos. Por lo tanto, en general, la combinación de los tres (historial del paciente, análisis de sangre y de la piel) es la mejor y más confiable manera de descubrir qué y si usted es alérgico a algo. Además, si hay alguna duda, se recomienda un desafío alimentario en la oficina, en el cual el alérgeno sospechoso se consume en una cantidad sistemática, cada vez mayor, bajo supervisión médica durante varias horas, con una observación adicional posterior a la prueba también. Porque si pasa un desafío alimentario en la oficina bien conducido, no es alérgico a ese alimento a pesar de lo que dijeron las pruebas de sangre y piel.