¿Hay un tratamiento verdaderamente efectivo para la bulimia?

La buena respuesta es: absolutamente. La respuesta difícil es: no ocurre de la noche a la mañana. El problema que enfrentan muchas personas con trastornos alimentarios es que creen que si cambian el hábito, se resolverán sus problemas. En realidad, el tratamiento para los trastornos alimentarios está orientado a resolver los problemas que causan el trastorno alimentario, que son diferentes para todos. A menudo, los pacientes acuden y quieren que los ayudemos a perder peso o les den planes de dieta, y se sienten decepcionados cuando se dan cuenta de que en realidad tienen que hablar sobre problemas más profundos. Sí, el ciclo de borracheras / purgas se puede romper con suficiente “fuerza de voluntad” y “fuerza”, pero el cambio sostenible solo se produce al tratar con problemas de raíz en lugar de “piratear las hojas”, por así decirlo. Requiere trabajo y paciencia, pero la tasa de recuperación de los trastornos alimentarios es muy alta. Recomendaría ir a un centro especializado en trastornos de la alimentación para que se puedan programar juntas con un nutricionista y un terapeuta. Estas instalaciones también suelen ofrecer terapia grupal, que también puede ser extremadamente efectiva. También hay varios blogs de recuperación y grupos en línea que relatan historias de recuperación.

Lo más importante para recordar es que el objetivo no es eliminar, sino disminuir. Escuchamos que las personas que se han recuperado dicen cosas como “He estado atrapado / sin purgas durante 4 años”. Nunca escuchamos que estuvieron en tratamiento durante 2 años con varias recaídas antes de que comenzaran los 4 años. Las recaídas son inevitables y siempre se puede aprender de ellas. Es importante mantener buena fe y nunca darse por vencido. También me gustaría añadir que los trastornos alimentarios a menudo ocurren debido a la historia familiar y la genética, y por lo tanto no reflejan las habilidades o los logros del paciente, y la mayoría de los especialistas sostienen que los trastornos alimentarios no son de ninguna manera culpa del sufridor, al igual que el cáncer no es culpa de la víctima.

¡La recuperación es posible!