La anemia hemolítica autoinmune es un trastorno sanguíneo caracterizado por la presencia de anticuerpos dirigidos contra los glóbulos rojos anormales; estas células inmunitarias se unen a la membrana de los glóbulos rojos, lo que reduce la supervivencia y causa su destrucción prematura por hemólisis.
Hay muchos tipos de anemia hemolítica. El tratamiento y la perspectiva dependen del tipo que tenga y de cuán grave sea. La condición puede desarrollarse repentina o lentamente. Los síntomas pueden variar de leves a severos.
La anemia hemolítica a menudo puede tratarse o controlarse con éxito. La anemia hemolítica leve puede no necesitar tratamiento en absoluto. La anemia hemolítica grave requiere un tratamiento rápido y adecuado, o puede ser fatal.
Las formas hereditarias de anemia hemolítica son afecciones de por vida que pueden requerir tratamiento continuo. Las formas adquiridas de anemia hemolítica pueden desaparecer si se encuentra y se corrige la causa de la afección.