Según el Dr. Jason Fung, experto en diabetes y pérdida de peso, el ayuno es una manera simple y rápida de obligar a su cuerpo a quemar el azúcar almacenado para usarlo como energía, reducir al máximo la insulina y encender las llamas de la quema de grasa.
La investigación sugiere que restringir la alimentación diaria a un intervalo de tiempo específico, como un intervalo de ocho a doce horas (es decir, de 8 a.m. a 8 p.m.), permite que el cuerpo pase de la quema de azúcar a la quema de grasa como combustible principal.
La transición a períodos de ayuno puede necesitar realizarse lentamente y siempre, junto con una dieta de alimentos integrales (alimentos no procesados), alta en proteínas magras, fibra y grasas saludables.
Se ha encontrado que el ayuno intermitente , combinado con una dieta LCHF (Low-Calorie High Fat), logra una pérdida de peso duradera. Todos los expertos, incluidos los que son escépticos sobre el ayuno, están de acuerdo en que el peso es una forma muy confiable de reducir la diabetes tipo 2, los marcadores y mejorar la salud del paciente.