Si se toca su hueso gracioso o el nervio peroneo (“hueso gracioso de la rodilla”, justo debajo de la rodilla), se puede desencadenar una respuesta vasovagal. Puede causar que una persona se desmaye en unos pocos segundos (3-5) o experimente solo los prodomas durante varios minutos. Los prodomes son mucho peores que simplemente desmayarse. Los síntomas son pulso más lento, aumento o disminución de la presión arterial, zumbido en los oídos, visión de túnel, sensación de sofocación, incapacidad para hablar, pupilas dilatadas, sudoración, náuseas. En general, una intensa sensación de muerte inminente.
Cuando se produce el síncope vasovagal, la persona necesita para caer al suelo y obtener las piernas por encima del corazón con el fin de restablecer el flujo sanguíneo normal. Algunas veces esto evitará desmayos. Lo que es más importante, evita que la persona sufra una caída peligrosa en caso de desmayo.