Muchas razones.
- Es una enfermedad compleja que afecta a la neurología y que a su vez afecta todo tipo de funciones cerebrales, incluidas la comunicación, la memoria, la destreza, los sentidos e, incluso, funciones cerebrales involuntarias, como el movimiento gastrointestinal. Tiene diferentes grados de fuerza y efectos.
- Tiene causas complejas, que según investigaciones recientes pueden ser causadas por más de 100 genes diferentes. Esto significa que puede haber 100 tipos de autismo, causados por una gran cantidad de fallas diferentes en algunas vías bioquímicas o estructuras de formas diferentes en el cerebro. También puede haber factores ambientales que actúan sobre un desencadenante genético. No es como la diabetes, que es causada por la incapacidad de producir una hormona, la insulina, que es fácilmente reemplazable.
- Debido a que es complejo y no se entiende bien, es difícil de tratar. No es algo que deba curarse con cirugía o administrarse con una inyección diaria. Hay muchas funciones cerebrales poco entendidas que ocurren de una manera inusual.
- Hay mucha controversia en su tratamiento. Debido a que a veces es grave y afecta a los niños, muchas personas muy inescrupulosas han surgido para aprovechar las familias desesperadas. Andrew Wakefield publicó un estudio que indica que las vacunas causan autismo. Estaba tratando de aprobar su propia vacuna y no reveló el conflicto de intereses. Más tarde se descubrió que había falsificado datos. Hay mucha gente vendiendo “curas” por mucho dinero, la mayoría de los cuales no están aprobados por la FDA u otras organizaciones de salud o cubiertos por un seguro: mega dosis de vitaminas, químicos dañinos, terapias. Todo esto desperdicia recursos, incluido el desperdicio de tiempo de los científicos que tienen que investigar todas estas afirmaciones.
- El cínico en mí se pregunta si no es un gran tema de investigación porque no es de interés para las compañías farmacéuticas. No existe una cura obvia o un tratamiento fácil, ni un gran margen de beneficio para que valga la pena en el corto plazo. No lo sé con certeza, pero la mayor parte de la gran investigación parece dirigirse hacia un tratamiento que puede patentarse y marcarse cientos de dólares.