Definitivamente los que rechazan la vacuna y lo que llamo “retardantes de vacunas” contribuyeron en gran medida a esta epidemia. Era un caso clásico de personas que escogían el daño no visible sobre el riesgo percibido visible, olvidando que la tos ferina alguna vez fue la principal causa de insuficiencia respiratoria, incluso tan recientemente como hace 15 años.
Pero algunas razones menos publicitadas que aprendimos de esta epidemia son:
1. El hecho de que la inmunidad desaparece después de 5-10 años. Así que incluimos la tos ferina en la vacuna contra el tétanos administrada cada 10 años, reemplazando dT con Tdap.
2. Hubo muchas clínicas pediátricas cuyos lotes enteros de vacunas contra la tos ferina eran malas debido a un almacenamiento inadecuado o a pesar del almacenamiento adecuado. Entonces, los CDC establecieron directrices más estrictas sobre el almacenamiento de vacunas y amenazaron con una aplicación más estricta, que incluye el uso de termorreguladores y alarmas para todas las clínicas que almacenan vacunas, y nuevas pautas que establecen que no se pueden almacenar vacunas en un refrigerador conectado a un congelador vacunas en la puerta de la nevera.
3. No se proporcionó inmunidad a bebés menores de 2 meses, que en realidad es un grupo críticamente vulnerable, ya que la primera vacuna contra la tos ferina (TDaP) se administra a los 2 meses. Entonces se instituyó una nueva recomendación de que todas las mujeres embarazadas reciban una Tdap durante el embarazo, preferiblemente en el tercer trimestre, y luego se actualizó para decir que esto debe administrarse en cada embarazo, no solo una vez cada 10 años. No muchas personas saben que esto no es solo para proteger a la madre, sino que se considera la primera vacuna contra la tos ferina para el niño, ya que la vacuna promueve anticuerpos contra la tos ferina producidos por la madre y estos cruzan la placenta y entran en contacto la sangre del bebé, y cuando nace el bebé, él o ella tiene estos anticuerpos que protegen al bebé durante los primeros dos meses. Esta es básicamente la primera vacuna prenatal.
En cuanto a informar y educar a los que rechazan las vacunas, no hay mejor mercadotecnia que la publicidad natural de “boca en boca” que proviene del clásico grito de tos ferina. Si lo escuchas, naturalmente tienes mucho miedo de que el bebé vaya a morir. La campaña publicitaria más efectiva para la vacunación fue colocar a un bebé con esta tos ferina clásica en una campaña publicitaria nacional que se emitió en los estados con casos de tos ferina.