Compruebe si su refrigerador tiene una temperatura óptima.
Mantenga buenas prácticas de higiene. Use sus propios utensilios y toallas. Use artículos desechables siempre que sea posible. Desinfecte las áreas comunes de contacto, como las manijas de las puertas y los pasamanos y las direcciones.
Obtenga atención médica para los enfermos primero.