Hay muchos tratamientos en medicina que se basan en remedios más antiguos, algunos antiguos, otros reevaluados y reintroducidos a partir de tratamientos más contemporáneos. Por ejemplo, las sanguijuelas son útiles en el cuidado de heridas y en las extremidades vueltas a unir, debido a su impacto sobre la mejora del flujo sanguíneo y la eliminación del tejido muerto. Hoy en día, los especialistas ordenan sanguijuelas de grado médico para este propósito. El uso de la miel es otro agente para el manejo de heridas tópicas, y esto ha existido durante milenios también.
El tratamiento médico más nuevo para la prevención del parto prematuro implica inyecciones de progesterona, que se utilizaron hace cincuenta años, cayeron en desgracia, ya que poco hizo una vez que los pacientes estaban en trabajo de parto prematuro, pero ahora se ha demostrado que reduce los embarazos posteriores prematuros.
Esto representa solo un par de ejemplos en medicina, pero hay muchos otros, tanto terapias revividas a corto plazo como remedios antiguos que brindan una nueva oportunidad para mejorar nuestra salud.
A veces, el público puede sentirse confundido o consternado por aparentes contradicciones en la medicina, pero estamos impulsados por la mejor evidencia disponible en ese momento. Estos avances médicos e incluso el redescubrimiento de antiguos tratamientos médicos deben demostrar resultados reproducibles, no solo en el laboratorio o en un estudio, sino con nuestra población de pacientes.