Aunque es una idea desalentadora, el mejor consejo que puedo decirle es ir a tratamiento de todos modos. Sé que suena muy desalentador y aterrador, pero en realidad es la única forma de obtener la ayuda que necesita y recuperarse realmente. Personalmente, traté de recuperar por mi cuenta muchas veces y nunca funcionó. Ahora, estando en tratamiento, tengo todo este apoyo externo y gente que me ayuda a aprender las habilidades para sobrellevar sin usar comportamientos de desorden alimenticio, para liberarme de la presión férrea del control de ED, y para aprender cómo amar mi vida y expresarme en una forma saludable.
Pensé que la recuperación y la ayuda no serían posibles para mí, porque yo también tengo muy poco tiempo libre o dinero para el tratamiento. La buena noticia es que, en términos de pagar por el tratamiento, el mío está completamente cubierto por el seguro médico, y si ese no es el caso contigo, recomendaría hablar con la Asociación Nacional de Trastornos Alimenticios (NEDA) sobre opciones o programas de bajo costo que cobrar en una escala móvil, e incluso opciones de becas para el tratamiento.
A menudo me decía a mí mismo que no tengo tiempo suficiente para dedicarme al tratamiento, pero de la forma en que lo veo ahora, después de haber recibido tratamiento hospitalario y residencial, y ahora comenzar a adaptarme a la vida cotidiana mientras estaba en el programa ambulatorio, mi comida el desorden es lo que realmente me impidió vivir mi vida y, si no recibiera ayuda profesional real para tratar la enfermedad, simplemente seguiría haciéndome daño y evitaría que realmente me dedicara a los otros aspectos importantes de mi vida, como mi educación, trabajo, amistad y familia. En el corto plazo, se siente abrumador y abrumador pensar en ausentarse de la escuela o trabajar para recibir tratamiento, pero a la larga, es una cantidad breve de tiempo que tomará para alcanzar los objetivos a largo plazo y tareas a corto plazo y experiencias de tu vida diaria posibles, y mucho más significativas. Aunque me da miedo, sinceramente, recibir tratamiento fue la mejor decisión que he tomado. Claro, ahora tengo que maquillarme y algunas cosas que me perdí, pero cuando lo pienso, realmente no podría haber experimentado estas cosas o haber trabajado lo mejor posible o haber hecho todo lo posible mientras estaba tan enredado y sofocado por mi trastorno alimenticio. Le deseo la mejor de las suertes, y quiero que sepa que no importa lo difícil, imposible o inalcanzable que pueda parecer, la recuperación es posible y está al alcance de su mano. Todo lo que tienes que hacer es dar ese salto de fe para concentrarte e invertir en ti mismo y en tu salud y bienestar, ¡obteniéndote una vida más sana, más feliz y más libre!