¿A dónde quieres que vaya si no en el hígado?
La sangre del sistema digestivo es rica en nutrientes absorbidos derivados de la digestión intestinal, incluyendo azúcares, ácidos grasos y aminoácidos que se producen en la digestión de carbohidratos, grasas y proteínas, respectivamente. Junto con esto, muchas bacterias, toxinas y sustancias potencialmente peligrosas también se absorben. Todos estos se toman primero en el hígado donde el exceso de azúcares se almacenan como glucógeno en el hígado, los ácidos grasos se utilizan para generar colesterol y se transportan para su utilización, los aminoácidos se convierten en varias proteínas críticas como la albúmina. El hígado también extrae y desintoxica sustancias nocivas antes de que puedan entrar en la circulación general y protege otros órganos de ser dañados por estos venenos. El hígado es el filtro y la fuente de energía metabólica del cuerpo y, por lo tanto, es el primer portal para la sangre del tracto digestivo.