Sí. Cualquier sustancia extraña introducida en el cuerpo puede provocar de manera inmediata o eventual una reacción inmune o sensibilidad química. Las personas pueden ser alérgicas o anormalmente sensibles a los “materiales naturales”, a la biología de otros humanos, e incluso a las cosas necesarias para vivir.
Las reacciones alérgicas pueden ser persistentes o transitorias, y también pueden retrasarse en el inicio, por lo que solo la exposición repetida produce la reacción final.
Además de las reacciones alérgicas, los implantes médicos (o recreativos, como perforaciones, tatuajes, dispositivos de aumento sensorial, etc.) con mayor frecuencia contienen materiales que eventualmente pueden ser degradados por el cuerpo humano. Las piezas del implante, o componentes químicos de sus elementos, se pueden romper o eliminar, y esto puede causar la circulación de sustancias y partículas alergénicas, tóxicas, obstructivas o potencialmente peligrosas en todo el cuerpo.
Además, en condiciones autoinmunes, el cuerpo puede volverse esencialmente alérgico a sí mismo, en uno o más aspectos, y estas condiciones pueden ser provocadas o agravadas por la intrusión de sustancias extrañas, como los implantes.