Una persona se vuelve elegible para el cuidado de hospicio cuando el objetivo médico no es curarlo sino reducir su sufrimiento al final de su vida. El hospicio está diseñado para darle a una persona una buena muerte.
Mi madre estuvo en un centro de cuidados paliativos en mi casa durante los últimos 6 meses de su vida, antes de morir de cáncer cerebral. Hospice fue financiado por Medicare e involucró visitas regulares de enfermeras, un trabajador social y un capellán. Si bien las enfermeras variaron en cuanto a su calidad, la trabajadora social fue muy útil para lidiar con el drama familiar y me ayudó a postularme para programas de cuidado familiar que me permiten concentrarme en el cuidado sin estresarme por perder mi trabajo. El capellán y yo nos hicimos muy buenos amigos y, tres años después, pasamos el rato juntos.
El programa proporcionó una cama de hospital (entregada y recogida), suministros como sábanas, somieres y una silla para inodoros, y asistencia médica (ayuda con catéteres y medicamentos). Después de que mi madre falleció, el personal del hospicio vino rápidamente, se quitó todo el equipo e incluso ayudó a limpiar la casa. Tenían un programa donde los voluntarios llevaban el jersey y la bata de hospital de mi madre y cosían osos de peluche encantadores para su nieta y para mí.
Debido a los cuidados paliativos, a mi madre no la forzaron a tomar medidas para salvar vidas que no quería, por ejemplo, obligarla a que le introdujeran alimentos o tubo de oxígeno. Debido a los cuidados paliativos, su muerte no requirió una investigación forense o una autopsia que me permitieron descansar en el estado durante tres días antes de la cremación.
El hospicio incluyó visitas y no cuidado en el hogar, por lo que una cuidadora y yo la ayudamos con las actividades de la vida diaria; por ejemplo, aunque recibió un cateterismo, aún necesitaba ayuda para bañarse o ir al retrete para defecar.
Algunos de los maravillosos consejos que nos dio el hospicio fue que su cama de hospital en la sala de estar era muy parte de la vida hasta el final. Hay muchas cosas que la asistencia sanitaria en los EE. UU. Tiene problemas; el hospicio es algo que tenemos muy bien.