No. La prohibición de los animales de granja asiáticos y la situación de los EE. UU. Son bastante diferentes.
En muchos de los países asiáticos a los que se refiere, el ganado doméstico es bastante común. La gente es dueña de los pollos que comen, y es común que los pobres tengan al menos un pollo. El problema es cuando la población de bajos ingresos pasa mucho tiempo muy cerca de animales infectados, como los niños que juegan con los animales. El problema es el debilitamiento del sistema inmune de las personas y la interacción constante con los animales, no su existencia.