¿Cómo ha ayudado la genética en el tratamiento del cáncer?

Los bloques de construcción del ADN son los fundamentos de cómo funciona una célula. En una célula normal, el ADN hace que suceda todo lo que debería suceder. En una célula que tiene propiedades cancerígenas, el ADN hace que ocurran cosas raras sobre una célula cancerosa. Entonces, si podemos identificar cada base de ADN y averiguar dónde está cada uno y dónde debe estar y qué ha cambiado en el cáncer, entonces podemos descubrir qué ha ido mal a nivel funcional.

La mayor parte del ADN humano es constante entre individuos. Entonces, si miro mi ADN, hay ciertos sitios en los que será diferente. Muchos de estos sitios no tienen ningún efecto en absoluto, simplemente ocurren por casualidad. Muchas veces, sin embargo, un sitio de ADN de una posición determinada se puede cambiar de alguna manera. Por lo tanto, una “A” puede cambiar a una “G”, o se puede eliminar o perder un trozo entero de “A’s, G’s, C’s and T’s”. En el cáncer buscamos casos particulares donde este tipo de cambio ocurre en un gen importante o en una vía importante que podría indicar que el cambio de ese gen es lo que lleva a que esa célula se convierta en una célula cancerosa.

El ADN nos dice mucho sobre dónde están las piezas rotas y eso es fundamental para apuntar a nuestras soluciones. Por ejemplo, si su automóvil está produciendo un ruido sordo en el frente, necesita saber si está en el motor o en la transmisión. Eso es lo que no sabemos actualmente.
Sabemos que estas células están rotas de alguna manera, pero no siempre podemos decir dónde está el rompimiento.