Los antibióticos alteran la flora natural del cuerpo e interrumpen el ph y la actividad del sistema digestivo.
Cuando uno está enfermo, la ingesta de nutrientes y calorías suele disminuir. El cuerpo quiere compensar esa pérdida lo más rápido posible. Los dulces son una forma rápida de recuperar calorías perdidas.
Esto fue necesario para los humanos primitivos para la supervivencia. Necesitaban poder funcionar lo más pronto posible para evitar convertirse en presas y poder contribuir a la supervivencia de la especie.