¿Cómo manejan las enfermeras a los pacientes que sospechan que buscan drogas, cuando la evidencia no es sólida?

No es un juego, y las enfermeras no son policías o detectives. Si alguien se queja de dolor, tomamos la queja al pie de la letra. Debido a que no existe una forma objetiva de medir el dolor, le pedimos al paciente que califique su dolor en una escala del 1 al 10, 1 es menor y 10 es el peor dolor que haya sentido. Informamos los signos, síntomas y quejas del paciente al médico, quien decide qué dosis y qué tipo de analgésico administrar. En privado, podemos pensar que un dedo roto no garantiza una calificación de 9.5, pero lo que sea.

Hay algunas enfermeras que piensan, por razones religiosas, que los pacientes deberían sufrir. La madre Teresa se negó a administrar medicamentos para el dolor. Afortunadamente, las enfermeras como ella son raras.

Debe equilibrar sus sospechas con la tolerancia de su paciente para el medicamento para el dolor. Hecho de la vida: los drogadictos IV requieren dosis más altas de analgésicos; ellos han acumulado una tolerancia. Uno de mis pacientes con cáncer, justo antes de morir, tenía 880mg de morfina por hora … su tolerancia al medicamento para el dolor había llegado a ese nivel. Le sugiero que solicite que el médico asignado a este paciente consulte a un especialista en control del dolor.