¿Cómo se tratan las enfermedades contagiosas y no contagiosas?

Las enfermedades contagiosas (como la gripe, los resfríos o la faringitis estreptocócica) son causadas por la transferencia de patógenos de una persona a otra (bacterias, virus, hongos). Las enfermedades generalmente aparecen y desaparecen en el transcurso de unos días o semanas, aunque algunas son fatales si no se tratan.

El tratamiento de enfermedades contagiosas generalmente implica reposo en cama, recuperación y medicamentos (como antibióticos). También es mejor minimizar el riesgo de propagar la enfermedad a otras personas evitando el contacto directo o protegiendo el lugar (como máscaras protectoras en público).

Las enfermedades no contagiosas son causadas por otros factores tales como:

  • genes (p. ej., síndrome de Down),
  • estilo de vida (p. ej., enfermedad hepática por alcoholismo), o
  • medio ambiente (por ejemplo, cáncer de piel).

Estas enfermedades tienden a ser duraderas, en algunos casos permanentes. El tratamiento implica el manejo de los síntomas a largo plazo y generalmente implica medicamentos diarios, pero la cirugía también se puede usar para eliminar o reducir el problema.

No existe el riesgo de propagar la enfermedad a otras personas (excepto posiblemente a través de la reproducción, si la enfermedad es de origen genético), por lo que generalmente no hay necesidad de evitar el contacto con otras personas.