No estoy seguro, si los mantras o las oraciones pueden ayudar a curar o sanar, pero sí aportan una energía positiva, actitud y confianza en uno mismo, lo cual es necesario para comenzar el proceso de curación.
Recuerde, cuando era un niño o incluso cuando era grande, compartimos nuestros problemas con nuestros padres, tutores o ancianos y luego, con una energía renovada, comenzamos a trabajar para alcanzar el éxito. O, cómo un estudiante se queja con el maestro de la clase, sobre un bravucón de clase y sinceramente espera que todo esté listo en este momento.
Una vez, un niño pequeño tenía miedo de ir solo a la escuela, como un perro de aspecto feroz que vagabundea por las calles, lo que asustó al niño, que se quejó de esto a su madre.
La madre anotó un par de líneas en un pedazo de papel y se las dio al niño, indicándole que recitara en voz alta cuando vea al perro, ya que estas líneas asustarían al perro. El niño fue a la escuela, cantando esas líneas con confianza y el perro no hizo daño. ¡Lo mismo con las oraciones y los mantras, crees que Dios va a arreglar las cosas y que los milagros suceden!
