Con suerte, las enfermedades raras que son realmente raras y aquellas donde el mecanismo de la enfermedad no se comprende bien.
¿Por qué? Porque es probable que se gaste mucho tiempo y dinero para investigar un tratamiento para esas enfermedades que probablemente se desperdicie. Tal vez valga la pena probar algunos experimentos a pequeña escala, en el espíritu de “tirarlo a la pared y ver qué se pega”.
Probablemente la categoría actual, algo descuidada, sería la de las enfermedades infecciosas transmitidas por mosquitos, que parecen tener un considerable potencial de propagación. Hay varios de estos además de Zika, y están apareciendo en Brasil, sur de Florida y otros lugares.