Alguien con una enfermedad de Parkinson leve y temprana que le vaya bien con un tratamiento médico sería muy difícil de diagnosticar simplemente mirando las apariciones en televisión. No he visto nada en ninguna aparición en los medios que sugiera que el HRC tiene Parkinson, y la total confusión en algunas de las otras respuestas aquí -combinando el Parkinson, la epilepsia, la enfermedad desmielinizante, etc.- muestra el probable origen de esta idea simplemente como otra mancha política desagradable.
En términos más generales, especialmente dada la edad de los principales candidatos actuales, a menudo me gustaría que una resonancia magnética cerebral y algunas pruebas neuropsicológicas estandarizadas fueran un requisito para el cargo de presidente. Tomemos como ejemplo a Joe Biden. Por todas las apariencias, es un buen hombre con una admirable carrera política. Se postuló para presidente dos veces y durante ocho años ha sido el proverbial latido del corazón. Biden sufrió una hemorragia subaracnoidea aneurismática en 1988 y se sometió a dos craneotomías (cirugías cerebrales) y muchos meses de rehabilitación antes de regresar a sus funciones en el Senado. Esta es toda la información públicamente disponible (ver bajo “1988 Presidential Race” aquí para una cuenta algo confusa: Joe Biden). Dada la tecnología de ese momento, que bien recuerdo, la posibilidad de sufrir lesiones en las áreas prefrontales del cerebro, responsables de la percepción y el juicio, fue sustancial. Sin embargo, nadie * nunca * discutió esto en ningún momento de su campaña o selección para VP que pueda recordar. Él puede ser un hombre muy afortunado que salió completamente intacto de todo eso, pero sin duda me sentiría mejor con una resonancia magnética y un proyecto de ley confiable de salud neuropsicológica dada esa historia.
TL, DR: Ninguna evidencia pública me sugiere que HRC tiene PD. Pero en los candidatos mayores de cierta edad o con cualquier historia de lesión o enfermedad neurológica, sería útil contar con un poco de tranquilidad pública sobre la salud del cerebro de esa persona. No detendrá las acusaciones de encubrimiento o parcialidad, pero para el público general razonable y preocupado sería información útil, y un “pase” o un “error” al principio del proceso de selección sería beneficioso para todos.