¿Los pools de serotonina y cerebro de serotonina y los ciclos de biosíntesis son independientes el uno del otro?

SNA eferentes desde el intestino hasta el cerebro y aferentes SNA desde el cerebro hasta el intestino. Esta interacción entre la microbiota y el GBA parece ser bidireccional, concretamente a través de la señalización de la microbiota intestinal al cerebro y del cerebro a la microbiota intestinal por medio de enlaces neuronales, endocrinos, inmunes y humorales. Esta interacción determina la mayoría de los problemas de salud mental, como el Alzheimer, el Parkinson y la ansiedad.
La estructura del eje microbioma intestinal-cerebro se explica en:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/…
El sistema nervioso central y en particular el eje suprarrenal hipotalámico hipofisario (HPA) (en línea discontinua) se puede activar en respuesta a factores ambientales, como la emoción o el estrés. HPA se finaliza a la liberación de cortisol y es impulsado por una interacción compleja entre la amígdala (AMG), el hipocampo (HIPP) y el hipotálamo (HYP), que constituye el sistema límbico. La secreción de HYP del factor liberador de corticotropina (CRF) estimula la secreción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) de la glándula pituitaria que, a su vez, conduce a la liberación de cortisol de las glándulas suprarrenales. Paralelamente, el sistema nervioso central se comunica a lo largo de las vías autonómicas tanto aferentes como eferentes (SNA) con diferentes objetivos intestinales como el sistema nervioso entérico (ENS), capas musculares y mucosa intestinal, modulando la motilidad, la inmunidad, la permeabilidad y la secreción de moco. La microbiota entérica tiene una comunicación bidireccional con estos objetivos intestinales, modula las funciones gastrointestinales y se modula por las interacciones cerebro-intestino